lunes, 27 de marzo de 2017

¡Si, es hora de empoderarnos!

Empoderar: Brindar conciencia de las posibilidades. 

A la generación de mi abuela le dijeron que ella debía casarse, que debía tener hijos, muchos hijos, que debía atender a su esposo y por nada del mundo podía hacer algo más que trabajar en casa; a la generación de mi mamá casi le vendieron la misma historia, hijos, esposo, trabajo en casa, aguante al esposo y de pronto si queda tiempo, algo de estudio en algún punto, pero sin emocionarse. 

A mi generación le han quitado apuntes y le han puesto otros diferentes, entonces ya puedes estudiar, ya puedes trabajar, ya puedes decidir no tener hijos y dedicarte a tu carrera, pero con menos salario que los hombres, con menos aceptación, y con muchos más estereotipos ligados a nuestra personalidad, nuestra naturaleza y nuestra "condición", como lo llaman algunos, de ser mujeres. 

Socialmente el avance ha sido grande en comparación con mi abuela y tal vez con mi mamá, pero la brecha en cuanto a igualdad sigue siendo enorme.
Conozco una cantidad alarmante de historias de mujeres que han estudiado o trabajado conmigo sobre la forma en la que son tratadas, los estereotipos de los que deben hacer un esfuerzo, sacar pecho y tratar de salir victoriosas. 

Cuando terminé la hermosa carrera que decidí estudiar me di cuenta que en esa industria el estigma es mucho más alto, aun cuando hay avances y como dice Aleyda la cantidad de mujeres en el tema digital ha crecido, siento y veo que aún hay mucho camino por recorrer. 

Me acabo de graduar como Publicista y sin duda alguna el nivel de conocimientos y de actualización debe ir avanzando a medida que pasa el tiempo, por eso cuando veo una noticia tan increíble como esta, el corazón se me hincha de orgullo y siento que somos más de 1 o 2 en la lucha por la igualdad tanto laboral y de conocimiento como de todos los otros tipos. 

Me encantaría acceder a una de las becas, ya he tomado cursos de Platzi antes, pero debí suspenderlos por tema de pagos, así que poder retomarlos y tener la posibilidad de acceder a muchos más es una forma de empoderamiento, que después voy a poder transmitir a las mujeres que como yo, son emprendedoras, luchadoras, pero sobre todo mujeres ávidas de conocimiento.








miércoles, 25 de enero de 2017

Cuando sea grande.


Si hay una palabra que define mi vida es la indecisión. Mi mamá diría: " Es que empiezas muchas cosas y no terminas ninguna"; Así que si, mi vida a estado marcada por la búsqueda constante de ese algo que me mueva el estómago y genere esa sensación de felicidad absoluta que me diga que realmente estoy en el camino correcto.

Cuando me preguntaban que quería ser cuando grande en el colegio la duda siempre me invadía, y terminaba afirmando con toda convicción cosas que no sentía realmente; El paso de mis años fue una ruta turística por las profesiones más "atractivas".
Hasta los 13 años por lo menos estaba definido que sería la mejor diseñadora de modas del mundo, hasta que como suelen hacer los demás, afirmaron que no tenía futuro, que era una perdida de dinero y de tiempo, y comentarios de ese tipo con todas las que vinieron después, azafata, chef, parte de la marina, fotógrafa y etc etc.

Pero la indecisión inicial termino conmigo ingresando por fin a primer semestre de publicidad y mercadeo, en medio del afán por iniciar carrera después del grado y por qué era lo más parecido a lo que en realidad quería. 
Y no me mal entiendan, dos semestres después estaba completamente enamorada de mi carrera y de las cosas que se pueden lograr socialmente con ella. 

Y se que suena tonto, en realidad no han pasado diez años después de ese primer semestre, y eso es un alivio gigante. Pero si hay varias cosas que marcan la diferencia y el punto cero de lo que es y de lo que viene.

Debo adicionar que mis trabajos siempre han sido intermitentes, siempre estoy cambiando de lugar, de actividad y de objetivos con cada uno de ellos. 

Así fue como llegue al fin del año de 2016, con el sueño de tener mi propia agencia de publicidad con 4 amigos, trabajando por turnos en lugares diferentes y a punto de graduarme; y como parte de un proceso de crecimiento personal de uno de mis trabajos, que agradezco con todo el corazón, realizamos e "invocamos" de cierta forma el destino, ese fue el paso 1. 


Una parte de mi mapa de sueños. 

La ley de atracción, dice que debes hacer un mapa de sueños, en el que colocas eso que deseas cumplir en tu año de forma muy específica, y podrá cumplirse.
En el mío, estaban en mayor proporción los viajes, las banderas de muchos países y la libertad y felicidad en su máxima expresión; Y esto ya modificada un poco mis planes. 


He hecho viajes en los últimos años, y agradezco infinitamente al universo por ellos, pero siempre han durado máximo 15 días, así que soñar con algo de mucho mas tiempo suena no imposible, pero si lejano.


Al final, en mi ultimo viaje, el de hace menos de una semana por fin la descubrí, descubrí la razón de mi revolcon de estomago, de las mariposas, del deseo irremediable e incorregible de recorrer el mundo con una mochila en la espalda y todas las expectativas al frente. 

No hay mejor forma de resumirlo que con la siguiente imagen. 


- Ahora ya se, que quiero ser cuando grande. 


Parque Arqueológico de tierradentro. San Andrés de  Pisimbala - Cauca. (Los niños mas adorables, viven en una pequeña casa dentro del parque)

lunes, 3 de octubre de 2016

Mi alma gemela.


Sentirse libre y despejado en un espacio específico es como estar en tu lugar favorito en el mundo.

Mi lugar favorito en el mundo es cualquiera en el que estemos mis dos ruedas y yo, aunque suene extraño, encuentro una peculiar fascinación en el sonido de las ruedas rozando el piso, en el sonido acelerado de mi respiración y el ritmo de mi corazón al montar, la tensión de las piernas en cada pedaleo y el viento salvaje rozando mi rostro.

Me fascina la forma en que mi cuerpo se calienta y se siente vida en cada rincón, es una forma peculiar de sentirse libre, sano e infinitamente feliz.

Hacer algún deporte es una cuestión de esfuerzo, de disciplina y de mucho amor, es la pasión y las ganas de estar vivos representado en una acción, y ese día que la vi a ella, rodando frente a mí, supe que había encontrado my soul mate, mi heroína, y ¡ojo! Nunca creí que alguien pudiera hacerme sentir algo como eso.

Rodaba frente a mí a una velocidad increíble y se sentía su energía en todo el transitar, yo solo la observaba y pedaleaba a su ritmo, hipnotizada, atraída; Había una conexión entre nosotras que no me permitía alejarme, aumentar la velocidad y dejarla atrás, o simplemente dejar que se marchara.
Fue un momento épico, maravilloso, lleno de la mayor energía que he sentido jamás; fue en ese momento en que descubrí que la vida es hermosa, que está llena de elementos magníficos, pequeños, inoportunos y escasos, pero llena de ellos.

Cuando llegamos al final del recorrido quise acercarme, darle un abrazo y pedirle que hablara conmigo un poco, pero no fui tan valiente, no me dio el corazón, no quería acabar la magia con un formalismo absurdo. Subimos el puente como si voláramos, como si de repente sus alas nos hubieran abrazado a las dos y nos elevarán, y en un pestañeo, un micro segundo, ella giro a la izquierda yo a la derecha y nuestra historia termino allí.

Yo guardo la esperanza de verla de nuevo, cruzarme con su magia y ahínco espectacular, pero sé que si no sucede la llevaré siempre en mi corazón, por qué me enseño que si tienes amor y pasión suficiente que te falte una pierna, jamás será una razón para detenerte.



Gracias hermosa aventurera desconocida, este post es dedicado a ti, a tu fuerza y a tu magnifica luz.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Ella


Ella explotaba su sensualidad
de mil maneras diferentes, 

revolcaba bajo las sabanas
buscando un trozo de pasión. 

Se atormentaba en las noches

recorriendo la cama entera, 
buscando una llamarada
que a veces confundía con amor. 

Sus gestos aparecían 

cuando encontraba el calor, 
sus gemidos se hacían inconfundibles
cuando lograba alcanzar el sol. 

Su respiración agitada

era cosa de todos los días, 
y el olor que recorría su cuerpo 
tenia aroma a dolor. 

Una sonrisa plástica se dibujaba 

al final de su eterno amanecer, 
fingiendo su vida diferente 
pretendiendo ser niña otra vez. 

sábado, 13 de agosto de 2016

Mi balcón

Mientras fumaba sentada en el balcón miraba a la 
personas que pasaban por la avenida, personas sin 
problemas, tan frías, tan tranquilas, viviendo una vida sin sentido, buscando cumplir con ridículos  estereotipos, una vida que transcurre escuchando las mismas canciones, viendo las mismas películas, escuchando los mismos malditos discursos de las mismas malditas personas, regalando el poder de su vida a la ridiculez de los medios y a la fantasía de la publicidad.
Personas sin ideales, robots estúpidos, fríamente programados para seguir el mismo patrón de los demás, cobardes, ridículos, temerosos, tontos.
Termino de fumar mi cigarrillo y decido que mostrar la bragas en ese balcón no es la mejor forma de seguir el patrón, pero no me importa, nadie me ve, están tan controlados que una chica en un balcón mostrando las tetas y las bragas no es nada que valga la pena detenerse a mirar. 
Me pregunto si por sus cabezas pasara alguna idea de lo hermoso que es el mundo, si tal vez se detienen a observar los atardeceres, si leen poesía, o si al menos leen, si en medio de sus estupidez disfrutaran del sonido del saxofón en una noche estrellada, si se detendrán a sentir la brisa de la mañana o si al contrario solo huyen de ella y se ocultan.
Me pregunto si disfrutaran del caluroso olor de café recién hecho, de la buena  comida, me pregunto si al menos harán el amor en una posición diferente cada vez, o si eso tampoco son capaces de disfrutarlo.
Me pregunto tantas cosas, muchas de ellas sin respuesta. No soy la persona más filosófica del mundo, pero mi madre me enseño que para entender la vida y como disfrutarla debes aprender a encontrar en los detalles más pequeños el más grande placer.
Me enseñó que la felicidad no está en la banalidad del dinero, ni la inmediatez de la moda, que la felicidad, esta en el roce del viento contra tu rostro y el perfume de la persona que amas. Pero las personas que están allá afuera no lo entienden, no lo ven.
Tal vez si levantarán sus rostros por un segundo, y vieran la combinación perfecta que muestra el cielo en este momento, el mágico entremezclar de colores que representan cosas diferentes desde cada ángulo, ópalos, rosas y blancos de un lado, y fuego, determinación, pasión y tranquilidad envuelta en amarillos del otro lado, tal vez descubrirían que existen más colores y texturas que los que aprecian en su celular. Tal vez serían más románticos y menos manipulables.
Una pareja pasa tomada de la mano frente a mi balcón y yo, yo siempre quise un amor diferente, alguien que me amara de la forma en la que debe amarse, con un escalofrío determinante que te recorre la columna y un suspiro profundo pero sin nostalgia. Un amor que destrozara todos mis mecanismos y me enseñara nuevos, uno que bajara mis armas o apuntará conmigo a todo, siempre. Un amor que restablecerá mis límites y reprendiera  conciencia cada noche. Un amor del que aprender algo nuevo todos los días, una mirada diferente, una frase, una poesía, una mentira, una palabra, una sensación. Cualquier cosa.
No un amor eterno, porque las cosas maravillosas no suelen durar tanto, pero al menos uno que hiciera la diferencia, que me dejara ser yo misma y al mismo tiempo pertenecerle, que me permitiera recorrer sus ilusiones y sus ganas, explorar su recorrido y analizar su forma de ver el mundo.  Un amor que compartiera su caja de colores y me invitara a pintar el cielo a su lado, uno con defectos, con imperfecciones, con equivocaciones, pero parte de mi, siempre parte de mi.
Una  llovizna leve golpea el borde de mi balcón y una lagrima resbala por mi mejilla, que ridícula debo verme así, cualquiera que me viera con el cabello hecho un desastre cayendo sobre el rostro diría que tengo un problema. Un problema por querer encontrar a personas diferentes, sin mecanismos, sin reglas y peor aún, encontrar una que quisiera verme desde el balcón de frente, y descubriera mis ojos llenos de brillo centellante y las ganas de salir desnuda a la calle solo por romper los esquemas. Una persona que al verme sonriera y me hiciera sentir la tranquilidad y la pasión que hacer las cosas bien hechas requiere.
De cualquier forma la mía era una fantasía  como esas tantas otras que tienen las niñas con actores famosos, muy a pesar de que en el fondo sabia que la ansiedad de mis deseos era tan real y certera como mis ganas de hacerlos realidad.


Despedí la tarde parada de nuevo en el balcón y con un último cigarrillo en la boca desee que la lluvia tocara mis senos desnudos, que la luz serena y tropical de la tarde me recordara lo viva que estaba y por ultimo desee un par de ojos curiosos que miraban a través de la ventana del frente, antes de cerrar las puertas y volver a la estúpida realidad que algunos llaman perfecta. 

domingo, 17 de julio de 2016

¿Qué carajos te fumaste Andrés?

Te sientas recto en la silla de tu escritorio y tratas de no pensar mucho, sin sentido, las imágenes llegan a ti, las palabras, el momento, sientes la misma temperatura, te escondes detrás de la nube blanca que se forma tu alrededor, sientes que estas demasiado expuesto que en cualquier momento alguien va a verte y será todo un desastre.
Recuerdas sus ojos y el color te invade, te sumerge, te transporta a otro lugar donde solo hay color carmesí, donde solo puede verse el cielo de color gris y con pocas entradas de luz, tratas de gritar pero tu cuerpo se ha congelado y de tu boca solo sale un suspiro. Tal vez estés muriendo, tal vez es así como luce el más allá, tal vez te dejaste llevar demasiado pronto y ahora debes aceptar las consecuencias. El mundo no es tan hermoso, el mundo es una mierda.
Mira donde estas, ¿Por qué? ¿Por qué me trajiste aquí?
Sientes como tu cuerpo tiembla y de repente has caído por un agujero profundo,  no encuentras la luz ni la salida y eso te aterra, no saber dónde estás y solo piensas en escapar. ¿Cómo fue que llegaste ahí? Raramente solo recuerdas ese color carmesí, el olor de su cuerpo y el sabor de sus labios.
¿Por qué te dejaste arrastrar? ¿En qué momento llegaste hasta ese lugar donde no alumbra ni brilla el sol? Cierras los ojos y tratas de recordar que estabas haciendo antes de caer allí. Nada. Un ligero olor a rosas con toques de nicotina y yerba. Un color violeta que reemplaza el carmesí y que invade tu recuerdo, flores, tiras, ligueros. ¿Qué pasa si te quedas allí para siempre? No le dijiste a nadie a donde irías esta mañana. Eso es. ¿A dónde fuiste?
El olor se hace más fuerte y curvas de colores aparecen en tu visión, ya no hay oscuridad, los colores son brillantes y llenos de vida, suena una canción de fondo, no te sabes la letra pero la conoces, la conoces perfectamente, la tarareas y sientes de repente un  vacío en el estómago, como cuando llevas hora sin comer y de repente ves el plato que tanto deseabas. Sientes que no puedes hablar y que la poca vida que te queda se té escapa de las manos. Alguien se está llevando tu ser, pero tú lo dejas porque sabes que no le hará daño. De repente los colores son más y más brillantes y te enceguecen y te hacen ver estrellas en cuanto cierras los ojos.
Ahora sientes que debiste lanzarte desde hace mucho, que no debes estar en ningún lugar más que ahí, te sientes protegido y los temores y la oscuridad se ha ido, ahora quieres permanecer ahí y esperar que llegue el ocaso, para poder apreciar los colores. Ahora los olores son más fuertes, ya no solo hay rosas, hay olor a guayabas y a nicotina y a yerba. Ya no solo hay curvas, hay formas que aparecen y desaparecen a tu alrededor llenándolo todo de una alegría indescriptible.
¿Qué carajos te fumaste Andrés?
El miedo se ha ido y la soledad también. Ahora solo deseas abrigarte entre los colores y sentir como el corazón se te sale del cuerpo y te rodea y se marcha. Pero tú no tienes miedo, no sientes nada más que una satisfacción indescriptible. Es como cuando tu equipo de futbol ha hecho el gol que todos llevaban esperando y gritas y saltas y sientes la euforia y la pasión en las venas. Así se siente, como si el pecho te explotara.  
Ya no habrá nada malo, o eso es lo que los colores te hacen creer, tal vez excediste tu dosis de dopamina y tu cuerpo se está colapsando. La vida ha dejado de ser una mierda por un segundo, ahora es menos café y más blanca, parece que la lavaron.
¿Qué carajos te fumaste Andrés?
Nada y todo. Creo que fume su aroma, el color de sus ojos y la suavidad de su piel. Creo que me fume sus sueños y sus ganas, sus piernas y sus labios, creo que me la fume demasiado y ahora solo veo colores, y formas y pájaros. Creo que jamás debí fumarla, pero nada me hace más bien.
Jueputa, creo que me la fume completica.
Mierda, me enamore.

¡Peso sobre los hombros!

Yo fui la segunda nieta de mi abuela, la segunda bebe de la familia, lo que debo admitir no fue mi mayor ventaja. Mi mama tenía solo 17 años cuando decidió traerme al mundo, no fue juzgada por hacerlo a una edad tan temprana hasta donde me han contado, además de que sé que con el fondo de su corazón, fue una decisión que definitivamente tomo de forma consiente y con todos sus sentidos.
Cuando digo que no fue mi mejor ventaja, me refiero a que aun siendo un pequeño y diminuto feto ya cargaba un peso sobre mis hombros, un tema que solo sería capaz de entender muchos años después.

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Los embarazos en adolescentes son cada vez más frecuentes y penosamente evidentes, y si nos sentamos a ver detalladamente el panorama a cada paso que damos nos encontramos con una “pequeña” que ha decidido traer a otro pequeño al mundo. ¿Ha decidido? A veces me cuestiono si sería realmente una decisión o si fue más bien un descuido que termino en un ser viviente dentro de sus panzas.
De cualquier forma, en eso se define mi pesada carga, en no cometer el “error” que había cometido mi madre y mis tías, debo agregar en este punto que mis tíos tuvieron sus hijos cuando superaron los 30 y eso los convirtió en el orgullo de la familia, y no es mi intención que suene de forma irónica, porque los amo y son los mejores padres y esposos que he conocido. Pero seguimos en el punto de que sobre mis hombros pesaba el no quedar embarazada antes de una edad “prudente”, sea cual sea esa edad.
Por ello supongo que en mi cumpleaños 21 todos dieron un suspiro de alivio y un Eureka al aire porque no había bebes, y tampoco estaban en mis más cercanos planes.
Pero el punto con toda esta historia se resume en que ellos estaban preocupados por mí, y sé que si la historia fuera diferente y hubiera un pequeño niño gritando mi nombre en este momento no sería una desgracia mundial, ni mucho menos hubiera sido el deshonor de mi familia. Pero yo era consiente a pesar de su miedo, que esa no sería mi mejor jugada, que si definitivamente quería ser feliz, tenía que sentirme preparada y por ello estoy a puerta de graduarme como profesional, que si quería ser feliz debía demostrarme a mí misma que mi madera era otra y que mi destino estaba en otro lugar.
Sé que hay muchas mujeres que piensan igual que yo y que tienen unos ideales capaces de traspasar fronteras. Pero existen otras, y lo sé qué porque conozco a varias, que no proyectan lo que deberían y que tienen tanto potencial por explotar que es triste que se queden desempeñando un papel que tal vez no las haga felices. Salgan, diviértanse, viajen, rían, demuéstrense a ustedes mismas que la vida vale la pena, y que más allá de lo que la sociedad ha mostrado existe un mundo lleno de cosas y personas y momentos y lugares que las hará sentirse felices, sin dejar de lado su esencia y su magnífico ser.

Sean libres señoritas, libres de soñar, libres de sentir, libres de mostrarse como son, pero sobre todo sean libres para elegir lo que quieren y hacerlo realidad. 

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